"Quiero crecer libre de acoso"
Como muchos ya sabrán, el pasado domingo 24 de Abril se llevó a cabo la Movilización Nacional contra la Violencia Machista en distintas partes del país. En el caso de Baja California Norte, la movilización tuvo lugar en Tijuana, Mexicali y Ensenada. Cuando me enteré del evento por medio de las redes sociales y comencé a leer las historias que compartían otras mujeres con el hashtag #MiPrimerAcoso, no pude evitar evocar recuerdos de los distintos acosos callejeros que he vivido desde que era niña, los cuales han ayudado a fomentar mi inseguridad al momento de caminar sola por la calle, sobre todo de noche, y a pensarla dos veces antes de ponerme unos shorts o vestido. Esto no es un caso aislado, esto no es un problema reciente. El acoso callejero es sólo uno de los tipos de agresiones que miles de mujeres mexicanas sufren al día, sin duda, el más común.
La cita para la movilización fue el domingo a las 10:30 am en el Monumento a la Madre, el cual se encuentra a un costado del Parque Revolución.
Asístí al evento junto con dos amigas. Irónicamente, en camino al punto de encuentro, un señor no pudo evitar comentar en voz alta lo que pensaba de nuestros cuerpos.
Al lugar acudieron estudiantes, maestros y maestras, abogadas, padres y madres de familia con sus niños, reporteros y miembros de la comunidad LGBT, todos reunidos con los mismos objetivos: Protestar contra las diferentes agresiones que sufren las mujeres a diario, alzar la voz por aquellas que ya no pueden (México es uno de los país con mayor tasa de feminicidios), el de mostrar su inconformidad y rabia hacia un sistema penal que no castiga a los violadores por "falta de pruebas", el de exigir respeto en las calles y la libertad de caminar seguras.
Se repartieron listones violetas a los presentes, quienes llevaban pancartas, lonas y fotos de las 3 mujeres asesinadas en la ciudad de forma casi consecutiva en diciembre del año pasado. Una vez que se concentró un grupo de al menos 50 personas, se dio inicio a la movilización, la cual comenzó con unas palabras de uno de los organizadores, quien invitó a las presentes a compartir sus experiencias de violencia machista. A pesar de que el mayor número de asistentes eran mujeres, sólo unas cuantas se animaron a participar y tomar el megáfono, compartiendo su historia de abusos y agresiones sexuales con los manifestantes. De las seis valientes mujeres que tomaron el megáfono, dos confesaron haber sido abusadas sexualmente
Después de la emotiva dinámica, los presentes nos decidimos a marchar por las calles para compartir el mensaje con la gente de las calles aledañas al centro de la ciudad. El grupo comenzó a avanzar por la calle sexta, levantando en alto las pancartas y gritando a todo pulmón, lo cual logró llamar la atención de los transeúntes, hombres y mujeres por igual. Seguimos el camino por la calle Ruiz, con la finalidad de detenernos un momentos en la zona de antros donde los confundidos turistas extranjeros comenzaron a tomar fotos. La marcha siguió hasta la Plaza de las Tres Cabezas, donde se le dio conclusión con unas palabras de los organizadores del movimiento.
Quizás no fue una marcha muy larga ni tuvo tanta participación y respuesta como en otras ciudades, pero algo es seguro: en Ensenada también estamos molestas por las agresiones que sufrimos, también "la hacemos de pedo" como probablemente dirán algunos, también estamos inconformes. Esta marcha fue por Amairani, por Maribel, por Rosa, y por otras tantas mujeres asesinadas en nuestra ciudad. Esta marcha fue para denunciar la injusticia de las víctimas de violación, de acoso sexual, de maltrato físico de parte de sus parejas. Esta marcha fue para pedir un alto a la discriminación hacia las personas homosexuales y transexuales. Esta marcha fue por mí, fue por ti, fue por todas. #VivasNosQueremos
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